Querido Exilio: Llovió como si no quisiera parar de hacerlo, lo hizo como si la vida se derrumbara en cristales molidos, como si el cielo estuviera construido de vidrios y estos se hubiesen roto en miles de pedazos... imaginate Exilio, me pregunto si la lluvia cae de la misma manera a donde estas, o si el agua es distinta, es una agua de clase, es una agua purificada, o si el cielo q vos ves no es el mismo que veo yo; si la luna que vemos en el cosmos no es la misma... si en verdad estamos en mundos distintos, tú en el primero y yo en el tercero...
Querido Exilio; la lluvia sigue cayendo, sus pesadas gotas en los techos de lamina de cing; mismos que me recuerdan las casas del Macondo de Márquez... ya se que a ti no te gusta mi propagandismo en nuestra correspondencia... pero el hablar del Macondo me hace comparar esas letras con la realidad de nuestro pueblo... sabías que el treinta después de la masacre de los estudiantes camiones de bomberos pasaron lavando las calles con agua y jabón para quitar la sangre... y que veinte minutos después ya no había ni sangre ni cuerpos... como en Macondo montaron las victimas de la masacre en trenes y los tiraron al mar...
Querido Exilio; a veces sueño con la bebé, la veo tan grande y con rostro... y se me hace increíble pensar que ni siquiera ha salido de vos y yo ya me la imagino, ya sueño que peleo con ella, porque va tener tu carácter... y van a ser tú y ella contra el pobrecito yo... pobrecito poeta que era yo, bueno y burgués, oruga de terrateniente, espermatozoide de abogado con clientela... imaginate Exilio... como la mente nos puede jugar pasadas... tú y Metzi en el exilio y yo soñando con un tanatio de pellejitos que aún no quiere nacer si quiera...
Querido Exilio; siento que extraño pelear con vos, no es lo mismo que nos jalemos los pelos por correo, que lo hagamos en la vida real, cuerpo a cuerpo, jalarnos los pelos y luego desnudarnos para contentarnos... lo extraño tanto Exilio, extraño el roce de tu cuerpo desnudo, tus peleas estériles, y mis discursos trillados... querido Exilio... que mal nos está tratando la vida, que mala broma nos juega al separarnos...
Querido Exilio; yo se que muchas de las tonteras que te escribo te parecen propaganda o idelogismo rayante en panfleto puro, y que para tu mamá y sus amigas mi vida no es la de un modelo a seguir, que lejos de culpar al sistema me culpan a mí por no querer trabajar; no ven que no hay trabajo, o que los salarios son una burla a la dignidad humana; o peor aún piensan que mi amor por las letras es sinónimo de drogas ¿que hacemos Exilio? sedemos y te quedas allá, o yo dejo mi vida de escritor y me maquinizo. dejo mis utopías y le doy gusto al sistema... al fin de que sirven los pensadores en un tercer mundo.
Por siempre tuyo
Raíces
El Salvador, San Salvador, Ciudad Universitaria, 31/7/8