Querido Exilio:
Dormí abrigado por la soledad, buscando sentir el abrazo de tus huesos; recordé la lejanía: tres mil kilómetros y tu familia separándonos. Decidí ya no morirme por ti, querido Exilio: prefiero vivir para esperarte...
Querido Exilio; continuo como un gusano devorando libros gastados y flemanticos, en ellos busco pasajes que me den valor en éstas, las negras horas de la cercenación de nuestros corazones, en que nos vemos obligados a morir y vivir como las animas en pena que no están ni muertas ni vivas, sino encuentran a su otra mitad: yo tenía a la mía... la deje partir en las oscuras aguas de lo incierto, hacía el frío norte; ahora no se si los vuelva a ver querido Exilio, no se si nuestro amor sea tan fuerte para devorar los tres mil kilómetros que nos separan con su llama apasionada...
Querido Exilio; trato de escribirte un poema cada noche, pero mis lágrimas borran la tinta y la soledad en mi estomago no me lo permite; pero tus mensajes hechizeros son alicientes a mi paciencia; son como un paliativo a mi locura; o una medicina a la melancolía; gracias querido exilio por escribirme esos mensajes nocturnos que me abrigan...
Querido Exilio; sigo repitiendo palabras tristes: ya me conoces, mi poesía se marchita cuando me siento solo, aunque también sabes que ella: la soledad, es la mejor de las musas; pero ésta es muy amarga porqué es una que sufro sin tu amor; Exilio mio, tú me habías visto resistir las garras de la soledad por mucho tiempo, me viste salir de sus escabrosos infiernos una y otra vez; pero salía del mas profundo hoyo con la ayuda tuya Exilio; ahora...
Querido Exilio; quisiera escribirte la más larga de las cartas, una en la que mis venas se vaciaran en forma de tinta, una tan larga que esa tinta de asmática poesía pudiera forma un río de versos, uno tan largo y caudaloso para que lo pudiera navegar mi corazón, y así rescatarte de la isla de tu prisión y retornarte a mi amor, a mis manos Exilio; sabes, nunca el exilio me pareció cruel, es más lo considere algo necesario; pero hoy que el exilio eres tú, me parece algo inhumano, alejarte de tus Raíces, llevarte al exilio el fruto germinado de nuestros poemas... eso no es exilio... eso no es justo... es la muerte: Exilio.
Querido Exilio; sigo suspirando con los ojos mirando al norte todas las noches, espero que mis poemas te sean llevados por el dios de los vientos y los viajeros; aquel que un personaje azteca de un viejo libro encontrara sentado a la vera del camino, donde los dioses se sentaban a descansar; espero que el, el señor de la poesía Netzalgualcoyoth te lleve mis poemas...
Querido Exilio; me despido con el corazón en los dedos, tratando de hacerte sentir todo mi amor en estas mal logradas estrofas que llamo espistolas, o cartas al exilio...
Por siempre tuyo
Raíces.
Ciudad Universitaria, San Salvador, El Salvador 25/6/08
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