lunes, 21 de julio de 2008

Cartas desde el Exilio IV

Hoy no quiero escribir cosas triste, no quiero sentirme mal, pero al leer tus cartas no puedo evitar sentirme mal...porque estoy lejos de ti, por la impotencia de no poder abrazarte, besarte y decirte de cerca que este amor es de verdad: que ni la distancia, ni mi familia, ni nada puede separarnos, pero creo que esto no se puede solo decir, se tiene que demostrar.
Y estoy dispuesta a demostrarte mi amor, y mas si llevo dentro de mi una prueba real de este gran amor.Quiero decirte cosas alegres, lindas y se que en este momento lo mas lindo que tengo para decirte es que volvi a escuchar los latidos de nuestro retoño: son fuertes y constantes, como diciendo: mamy no te olvides que sigo aqui, creciendo y dandote fuerzas en la oscuridad para seguir adelante. Y esto precisamente debe ser nuestro motor, lo que nos de mas pretextos para no perder la fe.
Y como siempre te lo he pedido, por favor no la perdamos.Te amo, te amo mucho, por favor esperanos que sí estaremos a tu lado para ser la familia que tanto soñamos ser.
Siempre tuya, desde el Exilio.

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