viernes, 18 de julio de 2008

Cartas al exilio I

Querido Exilio:
No fue el amor quien te obligó a emigrar; fueron las circunstancias de pobreza que azotan la realidad: ésta muchas veces parece ser mas fuerte que el amor; pero el amor es terco como el jaragua que busca florecer.

Querido Exilio; tú estás allá, al otro lado de la vida, en un mundo de "oportunidades"; en verdad en uno de racismo y odio, uno que crea muros y separa familias; un primer mundo de guerras y marginalidades en lujo y jaulas de oro...

Querido Exilio; tú estás en el exilio: yo en el infierno desde que no te veo; ayer camino a mi encierro de cuatro paredes grises me fui sintiendo solo; cuando la puerta de metal cerró a mi espalda una tristeza me empezó a crecer en el pecho, se me alojó en el estomago, confundiéndose con el hambre; no era una de comida o nutrientes, mas bien una de amor y compañía; estos días en la soledad me vuelven loco; sólo tengo viejos libros para batirme en duelo con la melancolía: en uno de ellos leí muy tristemente una sentencia al amor "el destino es más fuerte que el amor" hablaba acerca de dos amantes: Ruy Días de Vivar, el Cid campeador y la Ximena de su corazón, el relato era sobre el destino de Rodrigo el cual estaba obligado a vengar la muerte de su padre; la paradoja, el asesino de su progenitor era el mismo que le otorgó la vida a su amada; Ximena no podía perdonar la afrenta que su amado matase a su padre, pero tampoco podría vivir con su amado si éste no cumplía su destino y recuperaba a su amor... Exilio, es ese nuestro destino: la separación, o puede nuestro amor ser más fuerte que la distancia y el tiempo.

Querido Exilio; cada vez que camino al encierro, me doy cuenta de que tanto te ame, que tanto te amo, que tanto te amare...
Por siempre tuyo Raíces.
Ciudad Universitaria, San Salvador, El Salvador 24/6/08

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